Cientos de personas llegaron esta tarde hasta la plaza mayor de Trujillo, para sumarse al pedido de paz y exigir a sus autoridades un alto a la ola de inseguridad que mantiene en zozobra a toda la región La Libertad.

Vestidos de blanco, portando carteles y globos del mismo color que sus prendas, la población se albergó en la plaza mayor, frente al estrado armado frente a la catedral de Trujillo.

Participaron vecinos de los distritos de Trujillo, Moche, Huanchaco, Salaverry, Laredo, La Esperanza, Florencia de Mora y El Porvenir. Estas tres últimas localidades son las más golpeadas por la inseguridad ciudadana.

Además, asistieron representantes de las juntas vecinales de Seguridad Ciudadana de las diferentes comisarías.

No resignarse

El arzobispo metropolitano de Trujillo, monseñor Miguel Cabrejos, pidió a las autoridades estrategias para impedir la impunidad de aquellos que deciden ponerse al margen de la ley.

No obstante, también solicitó políticas que permitan atender a la población más necesitada, pues aseguró que la paz no solo se consigue con represión, sino también con educación, empleo y mejores condiciones de vida.

"No podemos resignarnos a vivir bajo el miedo y el terror. La paz es posible y con el compromiso de todos podemos restaurarla. Cada vida es sagrada, desde el niño en el vientre de su madre, hasta el anciano en su lecho de dolor. Todos tenemos un valor infinito ante Dios", remarcó la autoridad eclesiástica.

"No podemos acostumbrarnos a la violencia, asesinato, a la impunidad, a ver el dolor del otro como algo ajeno. Cada bala que se dispara, cada vida arrebatada es una herida en el corazón de Dios, fracaso de nuestra humanidad e involución de nuestra sociedad", acotó.