La Gerencia Regional de Agricultura de La Libertad (GRALL) impulsará el desarrollo agrícola mediante la ejecución de proyectos de riego tecnificado en cinco distritos de la región: Lucma, Sayapullo, Marmot, Cascas y Santiago de Chuco. Con una inversión estimada de más de S/. 7.5 millones de soles, este proyecto busca beneficiar directamente a los productores agrícolas y pecuarios, marcando de esta manera un paso importante hacia la modernización y eficiencia en el uso de recursos hídricos. En la presente entrega, desarrollaremos más información y detalles respecto a los proyectos de riego tecnificado en el Perú y la región La Libertad.

La iniciativa de desarrollo agrícola mencionada al inicio de esta nota se enmarca en un contexto más amplio de esfuerzos para mejorar la infraestructura hídrica en el Perú. Esto ha sido previamente señalado por el Plan de Reactivación Económica “Unidos” del Ministerio de Economía y Finanzas (MEF). En síntesis, el plan incluye la ejecución de cuatro megaproyectos de infraestructura hídrica en diferentes regiones. Dichos proyectos destinados a asegurar el suministro de agua potable y respaldar el riego agrícola son vitales para el desarrollo sostenible del sector agrario liberteño. Recordemos que gran parte de la agricultura nacional se encuentra actualmente afectada por limitaciones en términos de acceso a sistemas de riego tecnificado. 

Avances y obstáculos en la infraestructura de riego del Perú

Según la Encuesta Nacional Agropecuaria de 2022, solo un 36.3% de la superficie agrícola en Perú utiliza algún tipo de riego, de los cuales apenas un 16.4% se beneficia de sistemas tecnificados. Sin duda, los desafíos son significativos, ya que proyectos como Chavimochic, Iruro, Yanapujio y Chinecas han enfrentado retrasos y problemas de ejecución. Por ejemplo, Chavimochic, el más ambicioso de estos con una inversión prevista de S/ 3,150 millones, ha estado paralizado desde 2016. No obstante, y pese a estos obstáculos, la inclusión de estos proyectos en el plan de reactivación “Unidos” sugiere un reconocimiento de su importancia y un compromiso renovado con su avance. Además, el GRALL planea fortalecer el sector agrícola en las provincias de Pacasmayo y Chepén mediante la construcción de 47 reservorios y 15 qochas . Con ello, se espera que este proyecto permita a Chepén almacenar hasta 49,546 metros cúbicos de agua ya Pacasmayo, 33,368 metros cúbicos. De alcanzarse ambas metas, se mejorará notablemente la disponibilidad de agua para riego durante todo el año. En otras palabras, esta iniciativa apunta a aumentar la productividad agrícola al asegurar un recurso constante de agua, un imprescindible durante las épocas de escasez.

El Perú de la mano con el Banco Mundial: forjando una agricultura tecnificada

Nuestro país, en colaboración con el Banco Mundial, ha lanzado un ambicioso proyecto para revitalizar su sector agrícola a través de un préstamo de US$ 126 millones de dólares. Este financiamiento facilitará la implementación del Programa Nacional de Riego Tecnificado, destinado a mejorar la eficiencia en el uso del agua en 19 regiones, beneficiando directamente a cerca de 7,767 productores. 

Cabe subrayar que el enfoque del programa está en la tecnificación de 8,014 hectáreas de tierra agrícola considerando que su meta es incrementar la sostenibilidad y la productividad del agua. Así, se tienen proyectos piloto programados para iniciar en Arequipa, Cusco, Puno y Ayacucho. Por consiguiente, se espera que este esfuerzo marque un avance significativo hacia una agricultura más eficiente y resistente ante las alteraciones de patrones climáticos.

Asimismo, este paso es crucial en un momento en que la agricultura enfrenta desafíos globales debido a la creciente demanda de agua y alimentos. Por fin, es primordial adoptar tecnologías avanzadas con miras a asegurar un futuro sostenible para el sector agrícola en Perú.

Riego tecnificado: clave para el futuro agrícola del Perú

El riego tecnificado es un aspecto no negociable si lo que se busca es recuperar y potenciar la competitividad del sector agrícola peruano. Destaca principalmente por su capacidad para duplicar la productividad de las parcelas en comparación con aquellas que dependen exclusivamente de la lluvia. Esta tecnología resulta indispensable para cultivos como el melocotón, la manzana, el espárrago y la papa, con lo que exhibe el potencial de poder elevar significativamente los rendimientos, principalmente entre los medianos y pequeños productores agrarios.

Brechas regionales en el acceso a tecnologías de riego

Sin embargo, la brecha en el acceso a esta tecnología es notable. Esta es una constante entre los pequeños y medianos productores ya que solo el 7% emplea riego tecnificado. De hecho, es una cifra considerablemente baja en comparación con el 53% de los grandes productores. Esta disparidad se acentúa aún más al observar las diferencias regionales, desde un 28% de acceso en la costa sur hasta apenas un 1% en la selva. Además, debemos considerar el impacto adverso de los choques climáticos de 2023 mismos que afectarán negativamente la producción de cultivos claves como el mango y el arándano. Nuevamente, esto enfatiza la urgencia de adoptar tecnologías de riego avanzadas para mitigar dichos embates climáticos. Empero, si bien las agroexportaciones experimentaron un crecimiento en valor, el volumen exportado reflejó una disminución. En simple, se ha evidenciado una preocupante tendencia de desaceleración en el crecimiento del volumen neto exportado.

Oportunidad de transformación a través de megaproyectos de riego

Ante este escenario, los megaproyectos de riego presentan una oportunidad sin precedentes para transformar el sector agrícola peruano. Proyectos como Chinecas en Áncash y el Sistema Hídrico Integral Valle Chancay en Lambayeque, con una inversión combinada de más de US$ 1.000 millones, tienen el potencial de cubrir más de 80.000 nuevas hectáreas, multiplicando así las áreas de cultivo disponibles para la agroexportación. En ese contexto, la implementación de riego tecnificado en La Libertad representa un avance necesario para la región y, funge a la vez, como un llamado a la acción para superar los desafíos que enfrentan los proyectos de infraestructura hídrica a escala nacional. 

Para concluir, la iniciativa de La Libertad podría servir de modelo para otras regiones del país pues pone de manifiesto la necesidad de colaboración entre diversos niveles de gobierno, pero, sobre todo, la urgencia de concretar ejecuciones efectivas que coadyuven a garantizar el bienestar, la economía. y desarrollo del Perú.