La líder de Fuerza Popular, Keiko Fujimori, reveló que el juicio oral por lavado de activos, el próximo 1 de julio, representa "el camino para acabar con tantas injusticias" que asegura haber sufrido.

En sus declaraciones, Fujimori destacó que el proceso del caso Cócteles, vinculado a aportes irregulares de empresas como Odebrecht a sus campañas de 2011 y 2016, ha sido marcado por "muchos años de injusticias, arbitrariedades y abusos".

La hija del expresidente Alberto Fujimori subrayó que ella y más de 40 personas de Fuerza Popular han enfrentado abusos, resaltando su compromiso de "siempre dar la cara".

Fujimori afirmó: "Después de tantas injusticias, creo que finalmente este proceso es en parte el camino para acabar con tantas injusticias".

El Tercer Juzgado Penal Colegiado Nacional, presidido por la jueza Nayko Coronado, fijó la instalación del juicio para el 1 de julio a las 09:00 horas (14.00 GMT).

El proceso involucra a Keiko Fujimori y otros 45 imputados por lavado de activos, relacionado con aportes millonarios de Odebrecht a sus campañas, donde su entorno en Fuerza Popular habría actuado como intermediario.

El fiscal José Domingo Pérez solicitó 30 años y 10 meses de prisión para Fujimori y la disolución de Fuerza Popular, argumentando su supuesta vinculación a una organización criminal.

Fuerza Popular, opositora al Gobierno de Dina Boluarte, enfrenta la posibilidad de disolución y es una de las bancadas más numerosas en el Congreso.

El juicio, programado para julio, es complejo debido al número de acusados y a que cinco de ellos están fuera del país, requiriendo su presencia en Perú.

La fiscalía citó a 1.031 testigos, incluyendo exdirectivos de Odebrecht y representantes de empresas peruanas que aportaron a la campaña de Fujimori.

El exdirector de Odebrecht en Perú, Jorge Barata, declaró en 2018 haber entregado 1,2 millones de dólares para la campaña de Keiko Fujimori en 2011, declaración que ella negó, citando la descripción de Barata sobre ella como "fría y distante".