La informalidad laboral en Trujillo es más que una estadística. Y es que los efectos del COVID19 y la crisis inflacionaria dejaron como secuela a una realidad preocupante. No referimos a la estabilidad financiera y la seguridad laboral de miles de trabajadores trujillanos. En el presente artículo, desarrollo algunos puntos relacionados con esta problemática nacional, pero en específico, me concentro en el caso de la ciudad de Trujillo. 

Según un informe reciente, el 63,5% de la población empleada en Trujillo labora en empleos informales. Esta impactante cifra muestra que una parte significativa de la fuerza laboral no está sujeta a las regulaciones laborales ni goza de los beneficios y protecciones que deberían ser parte de cualquier trabajo digno. Asimismo, esta alta tasa de informalidad laboral conlleva una serie de desafíos significativos para la comunidad trujillana. Primero, los trabajadores informales enfrentan una mayor inseguridad laboral. Segundo, la falta de contratos formales y la ausencia de beneficios como el seguro de salud. Tercero, las pensiones los dejan vulnerables ante situaciones imprevistas, como enfermedades, accidentes o la jubilación.

De trabajadores a la economía: impactos diversos

Pero el impacto de la informalidad laboral no se limita exclusivamente a los trabajadores. Esta también tiene graves implicancias para la economía local (y regional) en su conjunto. Los trabajadores informales (generalmente) no contribuyen al sistema de seguridad social ni pagan impuestos. En consecuencia, esto reduce la recaudación fiscal del Estado y limita la inversión en servicios públicos esenciales que el gobierno local y regional puedan ejecutar. Esta falta de contribución merma el bienestar general de la sociedad y puede devenir en la disminución de la calidad de vida para todos los ciudadanos de Trujillo.

Data laboral: mujeres las más afectadas

Es particularmente necesario destacar que la informalidad laboral afecta desproporcionada a las mujeres. Por ejemplo, según el INEI, el 67,1% de las mujeres trabajan en empleos informales, en comparación con el 60,5% de los hombres. Ahora bien, esta disparidad en la informalidad laboral refleja ciertos elementos de trasfondo que demandan un análisis mas puntual, pero que no es materia del presente artículo. 

Estrategias para combatir la informalidad

Para combatir la informalidad laboral en Trujillo, no basta que se desarrollen más políticas que promuevan la formalización de empleos. Esto lo dictamina el mercado, la seguridad del inversionista y la capitalización de ventajas comparativas de la región (por ejemplo, el boom de los arándanos). Se podrían incluir incentivos para que las empresas ofrezcan contratos formales. De igual forma, campañas de concientización sobre los beneficios de la formalización laboral podrían tener algún impacto beneficioso. Sin embargo, lo que si resulta indispensable es brindar apoyo y capacitación a los trabajadores informales para ayudarlos a acceder a oportunidades de empleo formal con miras a garantizar su seguridad laboral y estabilidad financiera.

Desempleo y edad: un análisis generacional

El desempleo por edad es un tema manifiesto en Trujillo. De hecho, este afecta de manera diferenciada a distintos grupos demográficos según su rango etario. Data reciente confirma que el desempleo afecta al 8,8% de las mujeres y al 5,6% de los hombres en la ciudad. Además, también se resalta un aumento del 1,9% en la población ocupada de 45 años o más en Trujillo. Esto sugiere que las personas de mayor edad enfrentan desafíos particulares en el mercado laboral, como la discriminación por edad y/o la falta de oportunidades de empleo adecuadas. No obstante, el desempleo también afecta de manera significativa a la población menor de 25 años. Se registra al respecto una tasa del 10,6%. Un análisis rápido concluiría que esto se debería a la falta de experiencia laboral y a las limitadas oportunidades disponibles para los jóvenes en la región.

Para mitigar este problema, se podrían incluir programas de capacitación y desarrollo específicos para jóvenes e incentivos fiscales que fomenten la retención/contratación de trabajadores de mayor edad. No olvidemos que la diversidad generacional puede ser una fortaleza si se gestiona de manera adecuada.

Del desafío a la oportunidad

La inversión en educación y capacitación, así como la promoción de un entorno laboral libre de discriminación, son medidas complementarias para superar la informalidad y el desempleo. Si bien los problemas laborales en Trujillo son complejos, estos representan una ventana de oportunidad para construir un futuro más equitativo y próspero para todos sus ciudadanos. Son la colaboración y el compromiso lo que permitirá superar estos desafíos y crear una comunidad laboral trujillana más robusta y mejor capacitada. Finalmente, es esencial el trabajo conjunto y coordinado de autoridades, empresas y la sociedad civil para lograr este objetivo.