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Por: Gustavo Rojas

INDUSTRIA TV

Publicada el 19/08/2022 - 09:51 AM

“Mi deseo es seguir explorando historias en el cine que se relacionen con la Amazonía”


Cine peruano. La Pampa, la nueva película de Dorian Fernández, expone la trata de personas en Madre de Dios, pero tuvieron que hacer el rodaje en Pucallpa, para proteger a todo el equipo. El director nos cuenta los desafíos de hacer una película en nuestro país.

La Pampa existe; es un caso real y, ahora, una película. Hay problemas de gravedad que están ocurriendo en estos momentos, cuyas víctimas son las niñas, adolescentes, pero que lamentablemente sus historias siguen siendo una realidad alejada de los focos centralistas del Perú. El director Dorian Fernández nos aproxima a esta situación que ocurre en una zona roja de Madre de Dios, donde impera la minería ilegal y la criminalidad.

La película que se estrenó el lunes 8 de agosto en el Festival de Cine de Lima nos cuenta la relación de Juan (interpretado por Fernando Bacilio), y Reina (caracterizada por Luz Pinedo), que juntos, y a la vez de manera independiente, buscan liberarse del pasado oscuro y la trata de personas, respectivamente.

Conmovedora y esperanzadora es la propuesta de esta película, que alcanza a sensibilizar a través de la ficción una de las enésimas historias que ocurren en la Amazonía. Su director nos cuenta detalles sobre la realización del largometraje y los desafíos que siguen existiendo para hacer cine en Perú.

- Nos traes una nueva película, que al igual que en Desaparecer, está ambientada en la Amazonía. Cuéntame esa conexión que hay esta locación contigo.

- Es un interés muy natural. Tiene que ver con mi procedencia temprana, con mi familia, mi madre, mi abuela y mis años de infancia y juventud en Iquitos. También, tiene que ver con un reconocimiento del poco bagaje de historias contadas desde la Amazonía en el cine peruano, los que nos constituye en un deseo, yo creería, ya instaurado en nuestra cinematografía de seguir explorando y nutriendo el catálogo del Perú a través de historias que tengan que ver con la Amazonía y que pongan en vitrina las problemáticas que tienen que ver con este espacio tan postergado.

- ¿Cuáles son los riesgos que has tenido al dirigir esta película en el interior del país?

- En general, es enormemente difícil sacar adelante una película en el cine peruano, pero tiene un factor agravante cuando hablamos de grabar una película en el interior del país y, en efecto, ha sido un proceso complejo que ha requerido de mucha organización, planificación, por casi tres años para poder llevar a cabo este proyecto, que nos retaba en diferentes formas. Lo primero era contar una historia acerca de una problemática social vigente que está muy fuerte y que nos pusimos en el compromiso de poder sacar adelante, a modo de visibilizar este problema para la sociedad.

En muchos momentos nos sentimos vulnerables como cineastas porque abordamos una actividad que tiene que ver con mafias vigentes y que, desde ya, le da una complejidad natural. Para empezar, tomamos medidas como alejarnos por completo de la zona geográfica donde esto se da, que es en el sur de país. Nos fuimos al norte a grabar, lo que nos sumó el reto de construirlo todo de cero, pero creíamos que era una forma de proteger también a un equipo que superaba largamente las 100 personas y que no era una opción ponerlos en riesgo. Sin embargo, el compromiso que tuvieron todos los involucrados en la película hizo que se pueda sacar adelante.

- Fernando Bacilio ya te va acompañando en varios proyectos

- Teníamos muy claro varios de los personajes. Por ejemplo, Fernando Bacilio, como protagonista, es un colaborador ya recurrente para mi filmografía y que apareció rápidamente para interpretar el personaje de Juan, y así empezamos a encontrar los perfiles que podrían interpretar cada uno de los personajes.

- ¿Cómo fue el casting para captar el talento de Luz Pinedo?

El personaje de Reina era el que más nos retaba; un proceso muy exhaustivo para conseguir quién iba a interpretarla como tal. Como primer paso, pudimos hacer un casting masivo en Pucallpa y esperábamos tal vez unas 100, 120 personas, pero aparecieron como 1.500. Para nosotros fue un impacto recibir tanta gente y entender, además, lo que ya era un secreto a voces: Que la gente de la Selva siempre acude a estos llamados porque tienen la espontaneidad en la naturalidad, como parte de su forma de ser. Después de todo este proceso, pudimos elegir a 10 señoritas que daban el perfil físico para trabajar la posibilidad de ser el personaje de Reina y todas estas 10 señoritas entraron a unos talleres de dos meses con coach de actuación porque no habían hecho ni teatro, pero tenían perfiles que se acercaban al personaje. Rápidamente, destacó Luz Pinedo por su naturalidad, por su capacidad de transmitir con miradas, de profundizar sentimientos y sensaciones sin decir una palabra.

Las 10 señoritas terminaron participando en la película dentro de los bares, por ejemplo, pero Luz se llevó el protagónico y estamos enormemente contentos de haberla descubierto y de que Reina, nuestro personaje de ficción, pueda tomar cara en ella y la pueda defender a todo nivel en la actuación.

- He notado una escena de La Pampa con referencia a la película El profesional de Luc Besson. ¿Es cierto esto? ¿Qué referencias hay en tu película?

- Sí, es una de nuestras referencias de esta relación del hombre adulto, además, con problemas. En este caso, es un ex convicto, una persona que cambió su identidad y se encuentra con esta señorita y juntos emergen en un camino de redención, un viaje en el que buscando a su familia huyen, pero a la vez buscan refugios y cada uno termina redimiéndose muy a su manera y a la medida que necesitaban en ese momento. El profesiona es un referente obligatorio, incluso, hay un plano homenaje. Este se da en la ciudad de Nueva York, me parece, y en nuestro se da en una de los caminos interminables de la Selva. Hemos tenido varios otros referentes con esta película. Yo creo que eso es saludable siempre poder referenciarnos de grandes películas y entender que, yo creería, uno es la suma de todas las cosas que ha visto y las cosas que ha leído y las vivencias que ha tenido. Nuestras películas también son el resultado de eso.

- ¿En qué competencias o en qué presentaciones de festivales está actualmente La Pampa?

- El día jueves (hoy) nos estamos yendo a Brasil; al festival más tradicional, sino el mejor que es el festival de Gramado, en donde ha quedado entre las 7 mejores películas que compiten por el Mejor Largometraje Extranjero, de las más de mil participantes. Estamos compitiendo con una terna increíble de muchas películas premiadas en Cannes y en Berlín. Y, para nosotros, es más que un orgullo que nuestra película, desde el Perú, esté compitiendo. De ahí vamos a Chile, al Sanfic, un festival muy importante en Santiago, en donde también estamos parte de la selección oficial, lo cual nos da un indicio que en tampoco tiempo está logrando tener vitrinas y espacios llenos. Está llenando de mucho orgullo nuestro trabajo. El objetivo, desde el principio, era ver dónde encontramos espacios para que estas historias se puedan mostrar. Entonces que estos festivales de primer orden y tan interesantes estén encontrándole atractiva para ponerlas en sus selecciones, ya nos va a nosotros dando enormes satisfacciones.

- ¿Aún no hay un estreno comercial?

- Todavía no, pero estoy seguro que pronto vamos a poder anunciar nuestro estreno.

- Hace poco has trabajado nuevamente como productor en la película La niña del azúcar.

- Ya se terminó el rodaje de La niña del Azúcar, la ópera prima de Javi Velázquez, guionista de Cementerio General y de otros proyectos míos, también. Ahora hace su incursión en la dirección. Es una novela que está siendo llevada al cine y en donde Fernando Bacilio nuevamente está colaborando como uno de los personajes más importantes de la historia. Será estrenada en el segundo semestre del próximo año.

- ¿Se conoce alguna proyección de tu película en el próximo Festival de Cine de Trujillo?

- Ojalá esté seleccionada, pero la vamos a presentar. Por supuesto, Trujillo es un espacio en donde ya hemos estado antes con Desaparecer (2015) y quisiéramos seguir yendo. Además, ni es la ciudad de Fernando, nuestro protagonista. Yo creería que en su momento vamos a terminar estando en el Festival de Cine de Trujillo. Sería un grato gusto ir para allá.


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