El escritor y poeta trujillano Parix Cruzado Jiménez presentará su nuevo poemario “Verás que esta canción es agonía”, editado por Nectandra Ediciones en la colección “Mar Bajo Llave” en dos espacios de nuestra ciudad. 

En el primer evento, este sábado 21 de mayo, en el Centro Cultural del Banco de la Nación, el libro tuvo como presentadores a los poetas Bethoven Medina Sánchez y Carlos Santa María Ruiz. 

La segunda presentación de la más reciente obra de Parix Cruzado será el próximo miércoles 25 de mayo (6:00 p.m.) en la plazuela La Merced en el marco del Festilibro que organza la Gerencia de Educación, Cultura, Juventud y Deportes de la Municipalidad Provincial de Trujillo.  

Cruzado Jiménez es autor de los libros de poesía Veintiocho (2013), Mar Ulterior (2016), Mútilos (2021), y de narrativa Cinéma Verité (2019). Por la calidad de su trabajo literario ha sido incluido en la edición extraordinaria de la Antología general de la poesía en La Libertad (1918-2018) de Bethoven Medina y en el volumen Cuento liberteño. Panorama actual (2019) de Carlos Santa María. 

- Parix, a casi 10 años de la publicación de tu primer libro, ¿cuán difícil es publicar en Trujillo?

- Publicar es difícil no solo en Trujillo sino en el Perú en general, y mucho más si se trata de poesía. La poesía, para el lector común, que espera ser entretenido, carece del interés que suscitan los libros de narrativa, ya sean de ficción o de no ficción. Por esta razón la mayoría de editoriales de nuestro medio no apuestan por libros de poesía, como tal vez lo harían por novelas, cuentarios o ensayos. Nectandra Ediciones es una novísima editorial que está haciendo algo completamente diferente. Ha empezado a dar sus primeros pasos el 2021, con la publicación de obras de autores exclusivamente liberteños, de ayer y hoy, de modo que se puedan difundir de modo masivo a nivel nacional e internacional. Y este humilde servidor ha tenido el privilegio de ser escogido para inaugurar su sello de poesía Mar bajo llave. Me siento muy honrado por eso.

- ¿Cuál es la propuesta que nos traes con “Verás que esta canción es agonía”?

- Este libro estaba terminado y pendiente de publicación desde hace algunos años. Es mi tercer libro de poesía en cuanto a la cronología de su escritura, ya que Mútilos (2021) fue publicado antes, pero escrito después. Y menciono este detalle ya que a partir de “Verás que esta canción es agonía” he tendido a la brevedad y a la síntesis. Esa tendencia, llevada a su máxima expresión, se puede observar en Mútilos, que, como decía, fue escrito con posterioridad. Supongo que han influido en esto mis nuevas lecturas y vivencias, como suele pasarnos a todos. Sin embargo, algo que me propuse hacer en este libro fue mostrar mi materia prima, mi universo poético, con un lenguaje que, aunque sencillo y carente de adornos o recursos retóricos, pudiera ser, sin duda alguna, poesía. Ese ha sido el reto. Ha sido una lucha con el lenguaje que espero no haber perdido.

- ¿Consideras que tu poética nace del "dolor y las urgencias vitales"? 

- Es imposible escribir, ya sea en poesía o narrativa, de otra cosa que no sea uno mismo. Eso no quiere decir que el poeta se confiese todo el tiempo, ya que eso le quitaría la condición de creador. Sin embargo, salvo que el escritor se dedique a escribir ciencia ficción, sus escritos siempre van a estar impregnados de sus experiencias, de su día a día. Y, sí, el dolor crónico y las “urgencias vitales” han sido una constante muy desagradable en la mía. Esa ha sido hasta hoy la materia prima de mis versos. Quisiera que no lo fuera, pero es lo que tengo. Escribir para mí, nunca es sencillo, es inclusive doloroso. Si se acercan a “Verás que esta canción es agonía” se acercarán a eso. Lo expresó Whitman con gran lucidez: “Esto no es un libro; quien toca esto toca a un hombre”.

- Hemos visto en las presentaciones y anteriores libros que tienes algunos poetas que son tus referentes Tranströmer, Stevens o Carver, ¿qué aspectos de su obra literaria te interesan?

- Considero que lo que la gente comúnmente llama “influencia” es, en realidad, un alto grado de afinidad que uno encuentra con un autor. Eso me ha pasado con los autores que mencionas. Me encontré con Wallace Stevens hace ya bastantes años y mi visión de lo que era escribir poesía se empezó a cimentar. Luego descubrí a otros poetas norteamericanos como Raymond Carver, Theodore Roethque, Robert Lowell, Robert Frost, William Carlos William y otros. He sentido que sus poéticas y la estética que todos ellos, en general, perseguían, sintoniza con mis ambiciones en cuanto al uso del lenguaje para hacer poesía. Es difícil de explicar por qué me interesan tanto. Tal vez sea porque, a pesar de los años, la poesía de estos autores mantiene hasta hoy el vigor, la modernidad y la frescura que tuvo en su momento.  Es una fascinación que sigo teniendo y que me empuja a seguir leyendo sus obras e investigar más sobre ellos. Tomas Tranströmer ejerce sobre mí ese mismo influjo.

- Háblanos de cómo engarza Trujillo con tu obra literaria, sea en prosa o poesía.

- Como decía líneas arriba, un escritor no puede prescindir de sí mismo para escribir. Yo he nacido y he vivido casi toda mi vida en Trujillo. Los mejores y los peores momentos de mi vida los he pasado aquí. Aparte de eso, he sido taxista por casi dos décadas, de modo que es un territorio que conozco muy bien. Y cuando digo que lo conozco me refiero a sus lugares felices y a los que no lo son tanto. ¿Cómo podría no estar presente en mis escritos? Trujillo está en todos mis libros, los publicados y los que alguna vez se publicarán. Podría decir que Trujillo es un personaje que está y tal vez estará siempre en mis poemas y en las historias que voy a contar.