Su pasión por la cocina terminó por materializar el anhelado sueño de José Luis Alvarado Mendieta. Desde muy joven, aprendió de pescados y mariscos con el trabajo que realizaba en el terminal pesquero.

Estaba por cumplir 18 años cuando su ímpetu lo llevó a tener su primer restaurante; sin embargo, con la poca experiencia en el manejo administrativo, el proyecto quedó a la deriva.

Tuvieron que pasar más de 10 años para que el sueño de su propio negocio se concretara. Así fue como tras la laborar en buenos restaurantes de la localidad fue aprendiendo mucho de la cocina y el manejo de esta.

“Trabajé en una cebichería muy reconocida. No en cocina, sino en platos, pero siempre me escapaba a la cocina para ver qué hacían, cómo preparaban, porque me gustaba. Tenía una noción, pero quería aprender cómo preparaban la comida, pues siempre fue un tema que me encanta”, cuenta.

Así fue como un 25 de diciembre, osadamente abrió las puertas de su restaurante en la casa de sus padres, en Buenos Aires. “La gente a veces se levanta con ganas de comer algo que no sea pavo o chancho, dije y fue un boom. Hubo lluvia como en estas épocas, la gente llegó y se llenó”, cuenta entusiasmado el joven emprendedor.

La inversión que requirió no fue mucha, apenas 500 soles para vajillas. “No necesitaba muchas cosas, pues el arte uno lo tiene en las manos. Para vajilla, destiné algo de 500 soles”, detalla.

Gran atractivo

La buena sazón fue jalando a más clientela la que obligó una nueva mudanza al local frente a su casa. Hace dos años, el establecimiento, donde actualmente funciona este concurrido local cerca al mar de Buenos Aires, pasó a ser su propiedad. Con los años, la carta se fue ampliando. Siempre en su especialidad de pescados y mariscos llegó a tener a la fecha más de 30 platos. 

Proyectos futuros

Carajito Picante es una cebichería ubicada en el jirón González Prada 421, en el balneario de Buenos Aires Norte. Para continuar con el crecimiento sostenido de hasta ahora, su propietario está culminando su preparación en cocina para innovar la carta en pescados y mariscos e incluir algo de comida criolla.

Sus expectativas respecto al negocio ahora son mayores, pues ha distribuido la administración a su esposa y él en su especialidad, la cocina. Uno de sus retos, es mantener siempre el sabor de casa, en cada uno de los platos que ofrece a sus comensales.