Los pobladores afectados por el accionar de las organizaciones delictivas de minería ilegal, que han desatado el terror en el ande de La Libertad, exigen al nuevo jefe de la III Macro Región Policial La Libertad, General PNP José Antonio Zavala Chumbiauca, quien llega como experto en inteligencia policial, reforzar acciones efectivas para combatir la minería ilegal que ha dejado una serie de muertes en la región liberteña. 

“El nuevo jefe policial de La Libertad tendrá que poner sus ojos en Pataz y Huamachuco (Sánchez Carrión). En esas ciudades, ante la presunta complacencia de la Policía, los mineros ilegales operan sin control alguno. En Pataz la violencia no ha sido controlada y los responsables de nueve muertes en el socavón de la minera Poderosa siguen libres”, sostuvo uno de los comuneros que viven bajo zozobra. 

Las operaciones de los mineros ilegales se han extendido por toda la región. En Quiruvilca, a lo largo de la carretera que lleva al ande liberteño, se puede ver la proliferación diaria de socavones ilegales. Ningún operativo para erradicar la delincuencia. Ningún control de los camiones que llevan explosivos y cianuro. El mineral ilícito es transportado por las carreteras liberteñas con protección, incluso, de efectivos policiales.

Lo mismo ocurre en Huamachuco todo sigue igual porque los camiones cargados de mineral robado pasan por delante de las dependencias policiales sin realizar ningún control. Incluso en noviembre del año pasado, los pobladores evidenciaron que policías de Huamachuco daban protección a los mineros ilegales desatándose un enfrentamiento. A pesar de los informes periodísticos no hubo ninguna sanción. Al contrario, no han cambiado a los oficiales. 

En esta localidad se ha detectado que nuevos personajes están dirigiendo las operaciones de minería ilegal y tienen vínculos con autoridades comunales. Según los comuneros, entre ellos figura, un tal Valverde, cuyo hijo fue elegido teniente gobernador de Coigobamba, uno de los caseríos afectados por la reaparición de mineros ilegales en un bosque de propiedad de Fernando Polo Espejo, donde se ocultan socavones. El hijo de Polo también había incursionado en el negocio. 

Los mineros ilegales utilizando el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO) de otras empresas sacan el material robado durante las noches y los llevan hasta el balneario de Huanchaco sin que nadie los revise durante el recorrido. En esas casi siete horas de trayecto ninguna dependencia policial revisa el contenido de los camiones.

La estrategia es ceder a hijos y familiares el rentable negocio de la minería ilegal en Huamachuco. Y también infiltrarse en los cargos vecinales. Y la situación se agrava con delincuentes que ahora vienen llegando de Pataz.