La Universidad de Harvard desde hace más de ochenta años viene realizando un estudio sobre el Desarrollo de los Adultos (Estudio de la Segunda Generación).   Evidentemente se trata de una investigación de las más largas de la historia. Empezaron estudiando aproximadamente a setecientas veinte personas, entre estudiantes de Harvard y gente sencilla de Boston, entrevistándolos y de esa manera conociendo aquellos momentos de felicidad, tristeza, de éxitos, también de fracasos que tenían en sus vidas y por ende en las familias que iban formando y cómo enfrentaban el inexorable paso del tiempo y la muerte.  

En la actualidad se incluye a los descendientes de la población objetivo. El director actual es el médico psiquiatra Robert Waldinger, muy conocido por ser profesor en la Harvard Medical School y por sus maravillosas apariciones en TED que baten récords de audiencia y que son dignas de seguir. Como muchos de los que participaron en el estudio inicialmente han fallecido o unos cuantos (aproximadamente veinte) frisan los noventa años se han incorporado a los hijos y descendientes para ser estudiados y hay una base como de mil quinientas personas entre los 50 y los 70 años de edad. 

En los últimos años también se ha incorporado el tema de la experiencia frente a la pandemia, la revolución tecnológica vinculada a la salud mental y física manteniéndose temas como el bienestar, la felicidad y las relaciones interpersonales. Acaba también de publicarse en castellano el libro “Una Buena Vida”, (Planeta Editores, 2023) con los resultados del estudio y sus páginas nos revelan algo sorprendente: las relaciones conflictivas, el enojo, la ira, no solamente desgastan nuestra mente y nuestro cuerpo, sino que incrementan las enfermedades y no acarrean precisamente felicidad. Como señala el doctor Waldinger: “La calidad de las relaciones personales es el cimiento para que las personas sean más felices y se mantengan más saludables frente al envejecimiento”. 

En conclusión, puedes estar casado, tener muchas amistades, pero no ser feliz, ya que precisamente la calidad de esas relaciones de pareja, de amistad o de familiaridad es lo que determinará si encuentras o no la ansiada felicidad. El libro explica también que es innegable que frente a la felicidad que no es permanente, exista el dolor. Eso es completamente cierto, pero también se señala que un buen entorno laboral, las buenas relaciones personales indudablemente ayudan a afianzar el sentido de pertenencia, de seguridad y a manejar mejor las emociones.