Franco Larios Martínez

Proyectos Digitales

ADN es el nombre químico de la molécula que contiene la información genética que se transmite de una generación a otra. En La Libertad, desde la aparición de las primeras civilizaciones hasta la actualidad, se ha transmitido un elemento clave para nuestro desarrollo: la innovación.

La Libertad es una región heredera de culturas cuyo éxito y dominio tuvieron en la innovación un común denominador. Con nuestro ADN precolombino supimos construir en medio del desierto, heredamos costumbres ancestrales y tuvimos el poder de darnos libertad. 

Antepasados

Los primeros registros de nuestros antepasados Moche que datan del año 150 (Siglo II) ya daban luces de los esfuerzos de esta civilización por establecer un sistema económico y social basado en la innovación agrícola e hidráulica. La construcción de represas, wachaques y caballitos de totora para montar expediciones hasta las costas ecuatoriales así lo confirman.      

Siglos más tarde, entre los años 1000 y 1470, los Chimú se consolidaron como el reino más próspero y poderoso de América andina precolombina gracias a su inventiva urbanística y desarrollo de sofisticadas técnicas en ramas como la pesca, metalurgia, orfebrería, textilería y cerámica. 

Es precisamente este ADN innovador Moche y Chimú el que hoy nos invita a la reflexión sobre el poder transformador del emprendedor liberteño en el marco del Bicentenario de la República. ¿Qué se necesita para fortalecerlo?   

Retos del presente

Uno de los promotores del ADN innovador de La Libertad -a través de un Plan de Desarrollo del Ecosistema de Innovación y Emprendimiento- fue el desaparecido y destacado empresario Hermes Escalante Añorga, quien fue presidente fundador del Comité Regional de Empresa, Estado, Academia y Sociedad Civil (CREEAS). Escalante Añorga siempre resaltó la capacidad innovadora liberteña y, en especial, instó a la recuperación de zonas herederas de actividades comerciales en Trujillo, las cuales bautizó como ‘Barrios de la Innovación’. 

“Se espera recuperar los barrios deteriorados de Palermo y Chicago para crear espacios que faciliten la instalación de empresas innovadoras e instituciones académicas; así como, el fortalecimiento de las cadenas de valor, con mejora urbanística y arquitectónica que convierta a Trujillo en la ciudad más innovadora del Perú”, era el anhelo del destacado académico.

Si se tiene éxito en la recuperación de esta zona ubicada a solo metros del centro histórico de Trujillo, el modelo podría replicarse en otros puntos claves de la región.

Para la coordinadora de Gestión de la Innovación del primer Centro de Innovación Social (CIS) del país denominado Rurana, Emma Flores Ríos de Mink, “somos herederos de una cultura milenaria que implementó todo un modelo de gestión de gobierno”. “El diagnóstico del emprendedor peruano y de nuestra región es que nuestro espíritu es muy alto, pero también es bastante alto el número de emprendimientos que no pasan, no se sostienen y mueren”, señala.

Por eso, la especialista sostiene que desde el Estado y el sector privado se debe de acompañar a ese espíritu emprendedor que está en el ADN de los liberteños con conocimientos de mayor experticia que se sostengan de nuevas herramientas y metodologías, y que les permitan a estos emprendedores a sobrevivir frente a la adversidad. 

El ayer y hoy aún conviven en La Libertad y se necesitan. Del ayer se requiere el espíritu innovador y del hoy, la oportunidad de contar con mejores herramientas para que el impacto económico y el beneficio social cambie las vidas de más familias.           

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En Trujillo, por ejemplo, se requiere superar el lastre de la informalidad, la delincuencia y la falta de planificación en espacios de enorme convergencia comercial.

La herencia ancestral se ha conjugado con nuevas formas de desarrollo de actividades económicas que han visto en la tecnología una oportunidad para acelerar sus procesos. 

Mucho por rescatar del pasado.

“Cuando reflexionamos sobre nuestro ADN innovador nos viene a la memoria nuestras culturas milenarias. Queremos rescatar de esas culturas justamente ese espíritu guerrero de los Mochica y Chimú: gente trabajadora, creativa, decidida”, refiere Emma Flores, coordinadora de Gestión de la Innovación de Rurana. 

La Libertad Innova y su impacto. 

El CREEAS y sus aliados promueven la ejecución del Proyecto La Libertad Innova, cofinanciado por ProInnóvate. Desde sus espacios instalan capacidades en el territorio regional en el manejo de herramientas y promueven la cultura de la innovación especializando a emprendedores a través, por ejemplo, de desafíos de innovación abierta. 

Desafíos en marcha para La Libertad.

Con la elaboración del Plan de Desarrollo del Ecosistema de Innovación y Emprendimiento, el camino a seguir por el CREEAS y sus integrantes es ejecutar los proyectos priorizados como Protagonistas de la Innovación (capital humano), La Libertad para el mundo (interrelación) o Capital inteligente (financiamiento).