Recientemente, la red científica Concytec y ‘Punto Focal’, presidido por la investigadora Ruth Shady,   organizaron el taller virtual denominado ‘Revalorando el rol de la mujer científica de la macrorregión norte’, en el que muchas mujeres del ámbito académico liberteño pudimos intercambiar experiencias y brindar propuestas para incentivar a las niñas y jóvenes a incursionar en el curioso pero necesario mundo de la investigación y la ciencia, siendo conscientes de que los cambios actuales requieren ciudadanos que aporten al futuro con ideas y soluciones creativas e innovadoras, como respuesta a la   problemática nacional y mundial.

Existe un arduo trabajo enfocado en cambiar el pensamiento de los educandos en el país, desterrando la idea heredada de nuestros antepasados sobre el tipo de riqueza que tenemos como peruanos, la cual ha estado centrada siempre en los recursos naturales. Esta idea nos ha llevado a dejar de creer en nuestra propia capacidad intelectual, tanto así que hemos vivido tomando los conocimientos de otros países para adaptarlos al nuestro, y no hemos tenido la confianza necesaria para desarrollar las capacidades neuronales que nos vuelvan competitivos. Porque, en la actualidad, es esta la única manera de generar riqueza.

Los antiguos peruanos aplicaron ciencia y tecnología que aún hoy impresionan al mundo, como el ensamblaje de las piedras megalíticas que conforman la arquitectura incaica, la casi perfecta ingeniería hidráulica dejada por los moche, los calendarios astronómicos y los observatorios solares encima de las huacas, el primer sistema de transporte pavimentado de América  conocido como el Cápac Ñam, las aleaciones de oro y cobre en la metalurgia chimú sin que estos pierdan su composición, práctica que en la ciencia actual es todavía difícil de aplicar. Y así podríamos seguir enumerando los adelantos científicos del antiguo Perú, cuyos habitantes de seguro se vieron sometidos a un mundo de necesidades, lo que generó que exprimieran al máximo su capacidad para satisfacerlas y encontrar respuestas a su existencia.

Lamentablemente, en la actualidad los jóvenes piensan que todo lo traído del exterior es siempre mejor, dejando de creer en sí mismos. Debemos entender que el desarrollo científico nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida y la de nuestra sociedad, y que la única herramienta para fomentarla es la EDUCACIÓN. Con la enseñanza y el aprendizaje podemos empoderar a las niñas y jóvenes liberteñas, fortalecer la confianza en ellas mismas. Y a través de eventos y programas de innovación, podemos involucrar a las autoridades y las instituciones escolares para que participen de las convocatorias que hacen los organismos de investigación como el Fondecic, que premian el talento e innovación de las jóvenes promesas. Si seguimos con el formato educativo de siempre, las generaciones futuras tenderán al facilismo y al ocio.