El Poder Judicial obligó a las universidades privadas con fines de lucro a meter mano al bolsillo y pagar sus tributos. Pierden así los privilegios que gozaban desde 1997, cuando Fujimori dictó la Ley de Promoción de la Inversión en Educación, que convirtió el sector en un negocio más. En efecto, la Tercera Sala de Derecho Constitucional del Poder Judicial, emitió su fallo rehusándose a prorrogar la exoneración tributaria planteada el 2018 por la Federación de Instituciones Privadas de Educación Superior (Fipes). La sentencia, en última instancia, es del 1 de febrero último y el caso corre con expediente 21015-2019. La noticia ha sido ventilada por el portal Ojo Público. De esta forma 11 universidades afiliadas de Fipes ya no podrán ahorrarse el 30% del pago del impuesto a la renta anual que declaraban en un simple documento. Es decir, bastaba con informar que los recursos eran utilizados para obras o servicios, a través de un mecanismo conocido como Crédito Tributario por Reinversión (CTR), y listo. La aplicación del CTR expiró en enero del 2018 y, asustadas, las universidades societarias de Fipes iniciaron el litigio. Recién hace tres años Sunedu pisó callos en las privadas, lucrativas y asociativas. Estas últimas, en teoría sin fines de lucro, convirtieron el CTR en un chiste cruel. Hasta antes de la Ley Universitaria los negocios educativos no eran supervisados, bajo el pretexto de la “reserva tributaria”. Eso explica el desvío de dinero en actividades políticas partidarias o extra académicas donde Sunedu encontró nebulosas en la reinversión. El pleito con el comercio educativo comenzó el 2014, con la Ley 30220 que derogó la norma del chino. Según Sunedu, hasta setiembre del 2019, existían 92 universidades privadas, 52 son societarias y 40 sin fines de lucro. El 2017 el ente supervisor publicó un informe, basándose en datos del 2014-2015. Del total, solo 48 centros declararon información sobre aplicación del CTR, 23 no realizaron reinversiones y 12 ni siquiera respondieron. Las reinversiones declaradas el 2015 fueron 848 millones de soles, de las cuales 667 millones eran activos fijos. Dato curioso: la Universidad César Vallejo fue la que reinvirtió, en becas para estudiantes, el 56% del conjunto de universidades informantes. Pero, no reportó reinversiones en investigación y en otras líneas académicas. ¿Por qué pusieron el ojo en las becas? Bueno “el auge de APP y la existencia de una estructura paralela y complementaria compuesta por sus universidades”, según Rodrigo Barrenechea, de IEP, no era novedad. Ahora se entiende.