El presidente Martín Vizcarra ha anunciado ayer que se restringirá otra vez el tránsito de manera general los domingos, a partir del 16 de este mes, y que esto se hace debido a que el Perú “retrocedió un paso”. Tras indicar que hoy se publicará el decreto que regularizará la medida, el mandatario adelantó: “Preferimos retroceder un paso para luego recuperar las condiciones que todos quisiéramos”.

Este retroceso se traduce en casi 500 mil contagios de Covid-19. ¿Pero qué condiciones vamos a recuperar si estas nunca variaron positivamente durante una inmovilización social que cumplirá cinco meses este domingo 16? Si, como Vizcarra afirma, hay gente que sale y se reúne, jugando fulbito o consumiendo licor en las calles, ¿esta no es acaso responsabilidad del gobierno? ¿Dónde están los militares y los policías que iban a poner orden, actuar con firmeza y hasta disparar balas de goma contra quienes infrinjan las disposiciones?

El gobierno ha permitido que queden relativizados y hasta neutralizados por una opinión pública que ve mal que se la ajuste. No es tampoco que nosotros pidamos a gritos que se reprima a la población, porque sabemos bien cuáles son sus necesidades; pero no podemos caer en los extremos y pensar que todo se puede lograr mediante las recomendaciones. La disuasión no ha funcionado porque la gente no ha tomado conciencia del peligro. Además, la cuarentena vuelve a ser total en Arequipa, Ica, Junín, Huánuco y San Martín, además de 34 provincias de Madre de Dios, Pasco, Ayacucho, Áncash, Moquegua, Tacna, Cusco, Puno, Cajamarca, Amazonas, Apurímac, Lima y Huancavelica.

En La Libertad no se salvan Virú, Pacasmayo, Chepén. No exigimos a la gente cumplir con sus primeras obligaciones que son cuidarse ellas y los suyos. Se afirma que las reuniones familiares son los principales focos de infección de todas las personas. Pues bien, ¿se acabarán ahora con esas medidas? Vamos a ver si es verdad tanta belleza y, por supuesto, vigilaremos como siempre por que se sancione a los eventuales infractores. La medida, además, traerá consecuencias negativas para la economía, que bastante ha sufrido ya con el mal manejo del ministerio del sector. Aumentarán las aglomeraciones los sábados y lunes a los mercados. Es decir, todo esto nos lleva atrás y hay quienes siguen creyendo que se hacen bien las cosas, cuando se trata de la mala administración de los recursos y la pasividad con que se sigue enfrentando una situación que requiere de medidas rápidas, desburocratización y el concurso del vilipendiado sector privado para hacer mejor las cosas.