Un humilde vendedor de maní denunció a un grupo de policías de la comisaría de Alto Trujillo, por presunto abuso de autoridad. Los agentes lo masacraron en el interior de la  dependencia y lo amenazaron para que no los denuncie.

Frank Joel Burgos Cabrera (20) contó que estaba llevando un saco para hornear maní, cuando la policía lo intervino para pedirle los documentos de su moto, como estaba a pocos metros de su vivienda les explicó que la tarjeta de propiedad estaba en el inmueble y tenía que sacarla.

Aparentemente, eso desató la trifulca pues, en vista de no estar respetando el toque de queda, la policía lo trató de intervenir; sin embargo, él puso resistencia. Como trató de evitar que lo detengan, y su familia salió en su defensa, los agentes habrían reaccionado de forma violenta.

“Puse resistencia y como vino mi familia, me escondí dentro de casa, pero ellos entraron. Rompieron mi cómoda, cayeron mi televisor, mi espejo, empujaron a mi abuelo y se llevaron a mi suegra y mi primo de 15 años a la comisaría”, explicó.

También intervinieron a su esposa que está embarazada y dentro de la dependencia policial lo habrían torturado y hasta amenazado de muerte para que no denuncie. 

“Me metieron orégano, ajos a los ojos, agua con sal, me pusieron una pistola en la boca y me dijeron que pobre de mi que denuncie. Yo dije que no haría nada, incluso ya estaban sembrándole droga a mi cuñada”, contó mortificado.

Frank Joel Burgos Cabrera presentó moretones en todo el cuerpo, y no pudo ir a trabajar hoy. Aseguró que colocará la denuncia contra ellos, pues durante el enfrentamiento, la identificación de uno de los uniformes se desprendió y le permitirá dar con el paradero del agente abusivo.