Esta mañana se realizó la reconstrucción del asesinato de dos hermanitos de 3 y 5 años, quienes fueron asfixiados y enterrados en una quebrada del centro poblado Alto Trujillo, exactamente a 3 km. de su vivienda ubicada en el barrio 5 E.

Durante la diligencia, el adolescente retenido y acusado de ser el presunto responsable, cambió de versión y aseguró que nadie lo ayudó en el atroz hecho, sino que él habría actuado en un momento de locura.

Con un fuerte contingente policial, que rodeó la zona donde encontraron los cadáveres, el menor de iniciales G.N.L.G. contó a la fiscal a cargo del caso, Marilyn Pereda Llerena, que llevó a los niños con engaños, luego de atraerlos con unas galletas mientras los pequeños jugaban fuera de su inmueble.

En el camino, los tres cortaron maracuyás e iban comiendo, los pequeños Josué y Niver no desconfiaban porque G.N.L.G. es el hermano mayor de uno de sus amigos de barrio; sin embargo, el horror comenzó luego.

Primero habría asesinado a Niver, asfixiándolo contra la arena, luego lo enterró con ayuda de su hermano que supuestamente creía que estaba jugando. G.N.L.G se quitó los pasadores y con uno le ató las manos al otro pequeño, quien comenzó a gritar de desesperación, después de varios minutos había acabado con su vida y escribió sobre la arena que cubría los cuerpos “Descansen en paz Josué y Niver”.

Al terminar, regresó a su casa comiendo los restos de maracuyá que sobraron. Todo esto lo confesó sin remordimiento y cuando se le consultó si pedía perdón, evitó dar respuesta. Vale decir, que hasta ayer culpó a dos sujetos que le habrían ofrecido S/ 500 para entregarles a los niños a quienes asesinaron después. 

Vale decir que, durante la diligencia, el adolescente aseguró que enterró el celular de los niños, junto a sus cuerpitos y en el camino botó la cáscara del maracuyá que se terminó, pero ninguno de los objetos fue hallado cerca a la escena del crimen.